Parque de San Isidro Pérez Zeledón
Manifestantes llenan la plazoleta costado Este del parque de San Isidro de El General, muchos del movimiento ; Costa Rica por la libertad. Otros vecinos, curiosos, oportunistas políticos, músicos, familias, generaleños, rezadores, y no podían faltas los extranjeros que buscan libertades en nuestro país y ahora se ven molestos por estas nuevas imposiciones… que, sin duda tienen molesto a más de uno, que no encuentra evidencias para apoyar la vacunación de empresas privadas como medida obligatoria, ante tiempos de retos globales sin duda pero ante todo de carácter de supervivencia de cada quien.
Tuvimos el placar de escuchar a varios expositores que públicamente, comentaron su punto de vista contra la vacuna experimental que se nos está obligando forzosamente y sobre nuestra libertad como costaricenses. Este tratamiento aún sin una discusión clara a favor o en contra, cosa clara en muchas sociedades, se impone sin un verdadero criterio científico claro
Muchos argumentan que la vacuna es un medio ya conocido, pero ese argumento no se sostiene con hechos positivos, porque igualmente la vacunación es un negocio farmacéutico,
¿ Porque la obligación sobre esta vacuna ? Esta y múltiples preguntas razonables inundan nuestro cerebro.
Así se reúnen quienes piensan defender su desiciones de no usar una inyección de dudosa calidad y propósito, ante constantes imposiciones y carentes acciones por aplicar la ciencia. En favor de nuestra salud pública. Esto es algo sin precedentes a nivel mundial. Y en nuestro pueblo San Isidro de El General, Costa Rica lo vivimos así.
Y esque esta época y amenaza pandemica, ha caído convenientemente en favor de un sutil manifestar costarricense, de las kakistocracia más repugnantes que nacen de nuestros inviernos tempestuosos, así es, la humanidad es un desastre, no nos sorprendería alguna nueva catástrofe de índole climática, como un invierno nuclear…. justo cuando ya pensábamos la guerra fría, era parte de nuestra historia como especie; su cadaver resurge como un zombie hambriento.
Hemos participado en esta manifestación y sabemos que su eco ya llegó hasta San José, donde los manifestantes fueron tratados como multitudes indeseables por la presencia de barricadas, perfectamente colocadas en la entrada de edificios gubernamentales. Un claro avistamiento de la obstrucción burocrática de esta nación y gobierno cada vez más de carácter dictatorial.
No podemos dudar de nuestro derecho y su sustento en la constitución, pero es tiempo de abrír mesas de dialogo, acariciar los manifestantes con arte y música, llamar a los miembros separados a trabajar en conjunto, abrir las agoras y escribir nuestros pensamientos, estudiar la desobediencia como expresión suprema de la masa disconforme. Ser creativos porque vienen por tus derechos y oír tu familia. Lo quieren todo. ¡ Y los detendremos !
Nathanael Marín Jiménez.