Este es un tiempo de escribir, leer y redactar nuestro pensar, ser altamente humanos y refugiarnos en el duro trabajo del servicio y respeto para los demás.
Una marcha de ideas falsas enturbia nuestra convivencia.
La cultura local y su desarrollo, está siendo utilizada por algunos neófitos, que se lucran de las necesidades mismas. Los que venden con migajas publicaciones, impresiones y conciertos. Agremiaríamos y nominaciones en concursos hipnóticos. Ahí está en presupuesto de la cultura, y en los salarios de quienes mantienen esos actos de corrupción sobre el espíritu y la necesidad misma de lo creativo.

Buscamos el porvenir en la virtud, no en el comercio o su utilidad sobre nuestra confianza. Somos ante todo humanos buscando lo sublime. Basta de imposiciones de temor para manipularnos, sus políticas de terror no mancharán la luz del sol. En tiempos oscuros la luz más tenue es visible.
Nathanael Marín.